Tipos de relación
David Deida describe en su libro En íntima comunión tres tipos de relación de pareja. Estas relaciones son también tres etapas por las que podemos ir evolucionando.
Cada etapa tiene su manera de amar y tanto hombres como mujeres buscan cosas diferentes en cada una.
La primera etapa es la relación de dependencia emocional de la que tanto oímos hoy en día.
Con el tiempo podemos llegar a un tipo de relación diferente a la anterior, que es la que David Deida llama la relación del 50-50.
Pero el autor nos propone en este libro ir aún más lejos, conseguir estar en íntima comunión.
Acompáñame para ver estas etapas con más detalle.
Relación de Dependencia
En las relaciones de dependencia emocional, los miembros de la pareja dependen uno del otro para conseguir dinero, sexo o apoyo emocional.
En estas relaciones ambos miembros juegan a ver quien puede más, donde uno se convierte en el amo y el otro en el esclavo (que es la persona que depende).
El hombre espera que la mujer sea sexy y nutricia. Y así, es como se muestra la mujer de la primera etapa con el propósito de conseguir amor.
La mujer de la primera etapa se sentirá atraída por hombres que se muestren fuertes y exitosos.
Relaciones del 50-50
Algunas personas después de haber sufrido alguna relación de dependencia, deciden tener otro tipo de relación y dejar la limitación de los roles dependientes.
Estas personas prefieren tener una relación equilibrada basada en la igualdad. Comparten todo al 50%. Son las relaciones al 50-50. Reparten todo a partes iguales preocupándose de que ninguno da más que el otro.
Hoy cocino yo, pero mañana cocinas tú.
La última vez vimos la película que tú querías, este mes me toca a mí.
Estas relaciones parecen más un acuerdo entre socios que dos amantes.
Las personas que prefieren una relación al 50-50 se ocupan de darse amor a sí mismos. Huyen de la dependencia emocional siguiendo las leyes del yo soy yo, tú eres tú. Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas ni tú las mías.
No es difícil entender que después de haber pasado por las tormentas de la dependencia, llegue un momento en el que se quiera buscar una relación donde sentirse libres y seguros. Sin embargo, este tipo de relaciones tiene algunos problemas de base.
Problemas de las relaciones 50-50
Aunque la relación al 50-50 es mejor que las relaciones de la primera etapa, en el esfuerzo por tener una relación igualitaria, ambos miembros de la pareja pierden su esencia sexual.
Los hombres de esta etapa se quejan de que las mujeres son duras e independientes. Y las mujeres se quejan de que los hombres se han vuelto débiles y poco comprometidos.
El resultado son relaciones sosas que han perdido la pasión en las que se ha dividido mucho el espacio de cada uno.
Conseguir estar en íntima comunión
¿Qué podemos hacer para dar un paso más en nuestras relaciones?
Lo que nos dice David Deida es que el secreto está en abrirse al amor y ofrecer nuestra esencia sexual en todo momento, incluso, cuando nos sentimos heridos.
Rendirse al amor
Sin embargo, algunas personas piensan “erróneamente” que rendirse al amor es un acto de debilidad y ponen un muro de orgullo y miedo que les protege y también los separa del amor.
En contra de lo que piensan estas personas, abrirse al amor es un acto de valentía, justamente porque estás expuesto a que te hagan daño, pero por otro lado, también te abres a sentir otras cosas.
La íntima comunión es algo que haces y una gran parte de este hacer consiste en bajar la guardia.
Polaridad sexual
Todas las personas, hombre o mujer, indistintamente cual sea su orientación sexual tienen una energía masculina y una energía femenina. Normalmente predomina una en cada persona. Esta energía predominante es lo que David Deida llama en su libro En íntima comunión la esencia sexual.
La polaridad sexual es la atracción de estos dos polos. Cada polo busca su contrario. En el caso de una mujer heterosexual con esencia femenina, se sentirá atraída por un hombre con esencia sexual masculina.
Esta polaridad se produce o no se produce. Es lo que llamamos química. Pero ojo, esta atracción no implica necesariamente atracción romántica o amor. La polaridad sexual es una fuerza magnética que atrae a un polo y a otro.
Esencia sexual masculina
La esencia sexual masculina se caracteriza por la direccionalidad. Lo que se refiere a orientarse hacia algo.
Otra característica de la esencia sexual masculina es la capacidad de concentración. Estas personas se abstraen del mundo y no les gusta ser interrumpidos.
Uno de los aspectos negativos del polo masculino es que se queda estancado en la cabeza. Mientras el polo femenino se queda estancado en las emociones.
La esencia sexual masculina es competitiva y desafiante por naturaleza. Cuando dos hombres con esencia sexual masculina compiten por ver quién es el mejor en una carrera, no es por enemistad, sino porque es su naturaleza.
Esencia sexual femenina
La condición fundamental de la esencia sexual femenina es dar y recibir amor. Toda su vida gira en torno a abrirse y amar. Se abre cuando siente amor y se cierra cuando se siente herida.
Lo femenino es la fuerza de la vida. Su función es nutrir y nutrirse.
Lo femenino se vive en el cuerpo. Es sensual y salvaje.
Así como a lo masculino no le gustan las distracciones, lo femenino fluye de una cosa a otra sin dificultad. Sin embargo, esto puede jugarle en contra, ya que tendrá dificultad en concentrarse en una sola cosa.
Pero la esencia femenina también es autodestructiva pudiendo tomar diferentes formas. Así como el rechazo a sí misma, falta de confianza o enfermedades físicas.
Etapas de la esencia masculina
Vamos a ver cómo funciona la esencia masculina en las diferentes etapas.
PRIMERA ETAPA
En la primera etapa lo masculino evita las emociones.
SEGUNDA ETAPA
En la segunda etapa busca trascender a través del pensamiento. Quizás empiece a leer sobre filosofía o se apunte a un curso de meditación.
TERCERA ETAPA
En la tercera etapa o en la íntima comunión lo masculino deja de buscar su autorealización y simplemente descansa en su propia presencia.
Etapas de la esencia femenina
Lo femenino en la etapa de dependencia espera dar y recibir amor negando sus propias necesidades, perdiéndose en el otro.
Tras varios fracasos dolorosos, lo femenino rechaza la dependencia y pasa a darse amor a sí misma. Algunas mujeres forman grupos con otras mujeres creando alianzas al margen de lo masculino.
Al llegar a la tercera etapa, lo femenino deja de buscar el amor y se convierte en el ser amoroso que ya es.
La Despolarización
Eventualmente podemos perder nuestra esencia sexual. Es lo que David Deida llama la despolarización.
Nos despolarizamos cuando estamos mucho tiempo con personas del otro sexo y no regeneramos con personas de nuestro género.
Los hombres que pierden su esencia sexual masculina se vuelven ambiguos, indecisos y pierden la dirección, si es que la tuvieron en algún momento.
Las mujeres por su lado, se sienten vacías al desconectar de su energía femenina y pueden entrar en sentirse feas o poco interesantes.
¿Por qué nos despolarizamos?
Cuando dudamos de nuestros dones, perdemos el contacto con nuestra esencia sexual.
Los hombres temen tomar una postura fuerte en sus relaciones por miedo a repetir los viejos patrones machistas y han perdido su dirección en la vida.
Y a su vez, las mujeres tienen miedo a mostrarse vulnerables y caer de nuevo en la dependencia, de donde salieron magulladas. Y en este intento de protegerse, pierden el don de lo femenino hacia la entrega.
Cuando los miembros de una pareja pierden su esencia sexual, pueden seguir amándose pero habrán perdido la atracción sexual.
Recuperar nuestra esencia sexual
¿Cómo podemos recuperar nuestra esencia sexual cuando la hemos perdido?
Algunas personas preferirán recuperar su esencia sexual haciendo cosas por su cuenta. Sobretodo las personas que tengan una esencia sexual más neutral. Pero también podemos recuperar nuestra esencia sexual en pareja, gracias a la dinámica de la polaridad. Al estar en contacto con el otro polo, la esencia sexual de cada uno se equilibra permitiendo recuperar la energía masculina o femenina, en cada caso.
Sustitutos de la esencia sexual
Sin embargo, aún hay otras maneras de recuperar nuestra esencia sexual o por el contrario despolarizarnos con sustitutos no humanos.
Podemos sentir la necesidad de la energía femenina y decidir ir a un spa o a darnos un masaje para relajarnos y así conectar con el placer en nuestro cuerpo. Ya que lo femenino se vive en el cuerpo.
O podemos ir a una conferencia para aprender sobre algún tema que nos interese, conectando así con nuestra esencia sexual masculina.
Las sustancias también son sustitutos de las energías masculina y femenina. Tomamos café para ponernos en marcha y tener la energía suficiente para enfrentarnos a lo que debemos hacer en el día. O tomamos alcohol para deshinibirnos y poder fluir con más facilidad.
A saber, que el café es un sustituto de la energía masculina y el alcohol un sustituto de la energía femenina.
Pero te debo advertir que si estás sustituyendo tu energía sexual no estará disponible para ti o para ofrecérselo a tu pareja. Los sustitutos sexuales afectan a tu estado mental, tu conducta y tus relaciones.
Los sustitutos sexuales afectan a tu estado mental, tu conducta y tus relaciones.
Aunque tengas una esencia sexual femenina, si lo que estás ofreciendo es energía masculina, atraerás a personas con esencia sexual femenina. Si por ejemplo una mujer heterosexual con energía femenina está expresando energía masculina, atraerá a hombres con esencia sexual femenina.
Problemas de la Despolarización
Ahora que sabemos cómo funciona la esencia sexual y la polaridad, veamos un problema entre un hombre con energía sexual masculina y una mujer con esencia sexual femenina.
Una mujer le pide a su pareja con varios días de antelación que le acompañe a la presentación de su galería de arte y él acepta con placer. Sin embargo, cuando llegó el día de la exposición, el hombre le pidió disculpas porque no podía llegar a tiempo debido a que había surgido un problema en el trabajo y debía quedarse más rato para solucionarlo.
La mujer se enfada ya que para ella era un evento importante y quería que su pareja estuviera presente. Él por otro lado, se pregunta por qué se enfada y cómo puede solucionar el problema. Además, cómo se siente abrumado, decide distanciarse de ella.
Esto es un caso típico entre hombres y mujeres cuando tienen un problema. La mujer en ese momento desea ser abrazada y sentir que es importante para su pareja, pero el hombre intelectualiza el conflicto buscando el motivo y sin entender realmente qué es lo que está necesitando su mujer. Si él le abrazara y dejara las preguntas para otro momento, el conflicto duraría mucho menos y sería menos grave.
Cómo encontramos la felicidad dentro de la relación de pareja
Según David Deida en su libro En íntima comunión, encontraremos la felicidad dejando de buscar más libertad o más amor. Dejando de mirar hacia el pasado o hacia el futuro.
La tarea que debemos emprender ya sea que tengamos una esencia sexual masculina o femenina, es la de permanecer en el presente. Aquí y ahora. Conociendo nuestros patrones egoicos que nos llevan a esa búsqueda interminable y a relacionarnos de formas que nos impiden conectar con nuestra pareja y descansar en nuestra felicidad.
Tomar conciencia de los patrones que nos impiden tener una relación de pareja sana por uno mismo toma años y varias relaciones (y a veces ni así). La mejor manera de conocer tus patrones es acudir a un terapeuta profesional para que te ayude a ver lo que no puedes ver.
Las personas que practican en íntima comunión comprenden que las esencias sexuales son diferentes y justamente es lo que crea la polaridad sexual.
Y hasta aquí el resumen del libro En íntima comunión.
Conclusiones
Me parece interesante el punto de vista de David Deida en estos tiempos, en los que parece que las relaciones se dividen en dos tipos. O son relaciones de dependencia o son relaciones demasiado individualistas. Demasiado compartimentadas.
Pareciera ser que la buena relación es la que cada uno hace su vida sin mucho compromiso hacia el otro. Una relación utilitarista en la que tomo del otro lo que necesito y marco, en algunos casos, excesivamente mi territorio para no sentirme invadido.
Y paradójicamente, aunque son relaciones más tranquilas que las de dependencia, y como dice David Deida, también más tibias, algunas personas no acaban de sentirse plenas en la relación. No acaban de sentir el amor que anhelan en su interior y además no se sienten auténticos.
Permanecer abiertos bajando la guardia
Por eso, la idea de permanecer abiertos sin huir y bajando la guardia con creencias erróneas sobre cómo debe ser un hombre o una mujer en una relación, es un buen camino de autoconocimiento y una vía hacia el amor. Porque recordemos, que el amor lo sentimos cuando nos abrimos y amamos, no cuando lo recibimos. Una persona puede amarte, pero si tú no eres recíproco en el sentimiento, sentirás que te falta algo. Y ese algo, es tu amor.
Espero que te haya gustado este video y te invito a ver otros videos en mi canal para sanar tus relaciones de pareja.