3 Tipos de Amor: Eros, Ágape y Philia
Apartados del artículo
Apartados del artículo
Los griegos describieron tres tipos de amor a los que llamaron Eros, Ágape y Philia. En realidad hablaron también de un cuarto, Storgé, pero en este post me referiré más a los tres primeros, dando un enfoque más parecido al que da Claudio Naranjo.
Es una buena pregunta y parece ser que nadie puede dar una respuesta definitiva.
Supongo que podríamos definirlo desde muchos ángulos. Desde la psicología podemos definirlo como un sentimiento. Un sentimiento que está teñido por la historia de cada persona.
Aunque siempre se ha localizado el amor en el corazón, la neurociencia ubica este sentimiento en el cerebro. Los científicos han encontrado que el cerebro segrega varias sustancias químicas cuando nos enamoramos o sentimos amor.
Cada persona tiene capacidad de AMAR. El no poder amar a alguien se debe al miedo de ser herido. La persona ha encerrado su corazón en una caja fuerte.
Aquí sólo daré un punto de vista sobre el amor, y no digo que sea el único o el mejor. Quizás con el tiempo descubra que no es así, o que se queda corto.
Tampoco pretendo hacer una tesis doctoral sobre este tema, ni sentar cátedra. Solo aportar un punto de vista sobre el amor que encuentro interesante y que he podido sentir y diferenciar en mis relaciones de pareja.
En la relación de pareja debe estar presente los tres tipos de amor para que se sienta completo. De otra manera, siempre se sentirá que falta algo.
El amor Eros es el tipo de amor pasional e impulsivo. Responsable de que sientas atracción sexual por otra persona. Es un amor egoísta que trata de satisfacer el deseo propio devorando al otro.
El amor que toma y se satisface.
Walter Riso
Es un amor poco maduro en el que tendemos a idealizar a la otra persona. La energía de Eros llega con fuerza, pero acostumbra a ser fugaz. El amor erótico tiende a disminuir con el tiempo y no es suficiente para establecer relaciones duraderas.
El carácter efímero de este amor, supone estar buscando continuamente esa intensidad. Cuando ya no sentimos el erotismo que nos hace sentir ese amor, podemos buscar maneras para revitalizar a Eros con nuestra pareja.
Sin embargo, muchas personas prefieren buscarla fuera de la relación abandonandola o en la infidelidad. Tienen la ilusión de que el nuevo amor será distinto. La mala noticia, es que éste también acabará disminuyendo tarde o temprano.
Muchas personas confunden este deseo con amar. Se quedan fijados en esta intensidad deseando que dure para siempre. Pero al terminarse esa intensidad, aparece un vacío y queremos volver a llenarlo -como mencionaba antes-. Y es razonable. ¿Quién no quiere que ese deseo permanezca vivo siempre?
Es un amor que por su naturaleza pasional, provoca dependencia emocional y dinámicas destructivas que quedan muy lejos del amor real.
Este amor puedes sentirlo cuando estás con un amigo o un familiar. Los principales componentes de Philia tienen que ver con valorar y admirar a la persona.
En este amor no hay deseo, y al contrario del amor erótico, puede durar toda la vida. Eso sí, Philia requiere de ir cultivando la relación con afecto y respeto. A medida que vamos compartiendo tiempo y experiencias con la persona nuestro amor admirativo irá creciendo.
Cuando podemos valorar al otro, ser compañeros y cooperar mutuamente en las demandas de la vida, estamos fomentando este amor. Y con él aparece la lealtad y el compromiso hacia la otra persona.
Cuando admiras a una persona y sientes deseo por ella, se puede crear una conexión mágica y muy fuerte.
Con Eros y Philia juntos, estamos muy cerca de un amor completo. Compartir durante horas silencios, risas, juegos, opiniones, sexo… Pero aún no es un amor completo. Necesitamos sentir otro tipo de amor, Ágape.
Es un amor más espiritual. Es un amor incondicional, puro y desinteresado. El amor a Dios, al universo o a la naturaleza, son ejemplos de amor compasivo. Es el amor que siente una madre con su hijo. Lo ama sin condición, solo por ser. Lo cuida y le da ternura.
Cuando empatizamos con los sentimientos de la otra persona y sentimos compasión -entendida como el aprecio del otro y el deseo de liberarlo de su sufrimiento- llevamos nuestro amor a otro nivel. No tenemos un interés egoísta, más bien deseamos el bienestar y la felicidad del otro. Sacrificamos nuestro bienestar por el de la otra persona como una madre con su hijo.
En la relación de pareja queremos su felicidad por encima de todo. Incluso si está con nosotros o no, ya que Ágape no es posesivo. A veces, por amor a la otra persona -y a nosotros mismos- podemos vernos obligados a terminar la relación.
Cuando sentimos Eros, Philia y Ágape juntos en una sola persona, no podemos ser más felices. Una sensación de plenitud llena nuestro pecho y pareciera que no necesitaramos nada más.
Seguramente has podido identificar estos amores o alguno de ellos en tus relaciones personales. Quizás sientes amor admirativo hacia un compañero o compañera de trabajo por lo bien que hace su trabajo, o bien, te gusta su actitud.
O te atraen personas con las que te cruzas por la calle.
O sacas a pasear a tu perro aunque estés cansad@ de estar todo el día trabajando y haber llegado a las mil a casa. ¿Por qué? Porque lo amas. Porque deseas su bienestar.
El amor es universal.
Visto estos tres tipos de amor, podemos comprender que no se trata de ser amados, se trata de desarrollar estos tres amores en nosotros. Salir de la necesidad de ser amado y romper las barreras que hemos creado para no sentirnos dañados.
Erich Fromm ve el amor como un arte. En su libro El arte de Amar, describe que todo arte se puede aprender, por lo tanto, si el amor es un arte, podemos aprender a amar.
Puedes aprender a amar
Desde mi experiencia personal y profesional creo que primero tenemos que desaprender. Tomar conciencia de nuestra forma de amar actual. Ser conscientes de ver hacia donde va nuestro impulso y entonces tomar acciones para amar mejor (es preferible amar mejor que amar más).
La inclinación de nuestro impulso amoroso se debe a nuestra historia y a nuestras primeras relaciones, normalmente la familia.
Algunas personas tendrán una tendencia a buscar más un tipo de amor que otro. La otra cara de la moneda es que tendrán dificultad en sentir los otros tipos de amor.
Debemos de tener cuidado, porque el amor por uno de ellos nos puede cegar. Es decir, si para mí es habitual enamorarme de personas que admiro, no veré a la persona realmente como es, sino a la idea que me hago de ella.
A modo de mapa (y sabiendo que el mapa no es el territorio) puedes usar este esquema de tipos de amor para observar tus relaciones personales y descubrir cuál es tu tendencia, en cuál tienes más dificultad.
Si te gustó el artículo, te animo a descargarte mi guía gratuita Ser Feliz en Pareja donde expongo 22 consejos para desarrollar estos tres amores. Además recibirás información exclusiva que solo publico en mis correos para ayudarte en tu crecimiento personal.
Te regalo mi GUÍA GRATUITA donde aprenderás a: